miércoles, 6 de julio de 2016

Lección #2: "La pronunciación latina"



Uno de los aspectos más relevantes de cualquier lengua es su pronunciación. Los humanos aprendemos nuestra lengua materna escuchándola, en primer lugar. La lectura y escritura vienen después. Además, las lenguas se pronuncian de una manera muy variada dependiendo de los lugares en que se encuentran y las personas que las hablan. Un fonema puede tener formas de articulación muy distintas sin alterar el significado de las palabras en las que está incerto. En español, por ejemplo, una palabra como lluvia puede pronunciarse de muy distintas maneras: lluvia (con una ll fuerte), iuvia o shuvia


La pronuncación latina es una cuestión muy debatida. Los filólogos y estudiosos del lenguaje no se ponen de acuerdo aún en la manera en que el latín era pronunciado. Y es de entender. El imperio romano era tan amplio que seguramente el latín tenía muy distintos acentos. Sin embargo, muy poco (casi nada) nos ha llegado de la  realidad lingüística de los tiempos de Roma, y no es fácil, ni siquiera pensable, reconstruir las maneras en que el latín iba de boca en boca según las distintas ubicaciones geográficas. La sociolingüística ha demostrado lo intrincado que puede llegar a ser una descripción amplia y completa de las variedades de una lengua. Y si el asunto es difícil con una lengua viva, no imagino con una que no se habla ya en las calles, como el latín. Ademas, cuando terminas de hacer el largo y riguroso estudio la lengua ha cambiado.


Nadie tiene hoy en día la última palabra en cuanto a la pronunciación del latín. Entre los libros que leo me encuentro con sorpresas cada vez mayores ante la variedad con que los autores afirman la correcta pronunciación de esa lengua. 


Ya que el mundo académico exige que se tomen ciertas posiciones al respecto de los temas que van apareciendo, lo que vamos a hacer en el contexto de este curso es adoptar una de las pronuncaciones propuestas para el latín –la bastante mencionada pronunciación reconstruída– y le vamos a hacer algunas modificaciones. 


Consonantes y dígrafos

  • La c delante de todas las vocales y diptongos se va a pronunciar como k. Así, Cicero se dice /’kikero/
  • El g delante de todas las vocales y diptongos se pronuncia con el sonido oclusivo velar sonoro. Es decir, que una palabra como regina se pronuncia reguína. 
  • La h en latín es muda.
  • La j se pronuncia como una simple i.
  • Usualmente, se dice que la v tiene la misma equivalencia fonética que la u, en latín. En nuestro caso la v se pronunciará con un sonido labio dental.
  • ch se pronuncia como k. Así, chorus –danza– se pronuncia /’koːrus/.
  •  ph se pronuncia como una f. Es ejemplo más típico y un poco gastado, hay que decirlo, es philosophia que se pronuncia /filo’sofia/. 
  • Las grafías que, qui se pronuncian enteras, es decir, la u suena. Las palabras quidem –en efecto– y atque –y– se pronuncian /’kuidem/ y /’atkue/. 
  • La combinación gn no se pronunciará en este caso, como una ñ española. Sino que se leerá como está escrita. Es decir, agnus –año– se lee /’agnus/, no /’aɲus/. 
  • Cuando en latín se encuantran dos eles juntas se pronuncian en sílabas separadas, como en el catalán. Así la palabra latina nullus –negación– se pronuncia /’nul-lus/.


Vocales y diptongos

En general las vocales del latín se pronuncian como las del español. Solo habría que decir que el latín tiene vocales largas y cortas. Su correcta pronunciación incide en el significado de las palabras. Si bien no he encontrado ningún conjunto de reglas que indiquen cuando una vocal es larga o corta –lo que da a entender que ese tipo de diferencias eran aprenidas de memoria–, hay algunas ayudas. Algunos gramáticos, por ejemplo, suelen poner encima de las vocales pequeñas marcas que indican si son largas o breves. Por otro lado, se deben repasar también las reglas de acentuación del latín, de forma que se pronuncie la sílaba tónica donde en realidad va. Pero eso lo veremos más adelante. Por ahora, las vocales y diptongos:


Vocales

En latín son cinco: a, e, i, o, u. Fácil.


Diptongos

En latín existen varios diptongos y la forma en que los académicos recomiendan que sean pronunciados difiere bastante. La manera en que nosotros pronunciaremos se resume así:


  • ae y oe serán pronunciados como una e española. El típico ejemplo para este diptongo (el que todos los libros y videos sobre el asunto presentan) es rosae –rosa, la rosa o una rosa–, que se pronunciará /’rose/.
  • En el caso del diptongo oe la palabra poena –castigo– se dirá /’pena/.
  •  au se pronuncia tal como está escrita, aunque bien puede ser pronunciada como una o. Así aurum –oro– se puede pronunciar /’aurum/ u /’orum/, según el hablante. 


El resto de diptongos se pronuncian tal como están escritos.



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